NIIF 9: La nueva normativa sobre instrumentos financieros y su impacto en las empresas

¿Qué motivó la creación de una nueva regulación sobre instrumentos financieros?

Comparación con la normativa estadounidense

Proceso de adaptación

Presentación de estados financieros comparativos

Las empresas deben implementar la NIIF 9 para los periodos iniciados a partir del 1 de enero de 2018. PwC ha elaborado un informe que destaca los cambios introducidos por la normativa, realiza comparaciones con la norma anterior, aborda el proceso de adaptación y analiza la nueva presentación de los estados financieros.

A principios de este año, la firma consultora PwC lanzó un reporte titulado «NIIF 9 – Instrumentos financieros – Comprendiendo los elementos clave«, en el cual se exponen algunas generalidades relacionadas con este Estándar Internacional.

¿Por qué se creó una nueva normativa sobre instrumentos financieros?

«Esta norma surgió como respuesta a las críticas hacia la NIC 39, la cual era muy compleja, inconsistente con la forma en que las empresas gestionan sus negocios y riesgos, y difería en el reconocimiento de pérdidas por riesgo crediticio hasta etapas tardías en el ciclo de crédito.»

La NIIF 9 reemplaza a la NIC 39 – Instrumentos Financieros – Reconocimiento y Medición. Surgió como respuesta a las críticas hacia la NIC 39, la cual era muy compleja, inconsistente con la forma en que las empresas gestionan sus negocios y riesgos, y difería en el reconocimiento de pérdidas por riesgo crediticio hasta etapas tardías en el ciclo de crédito. El IASB siempre tuvo en mente revisar la NIC 39, y la crisis financiera de 2008 lo convirtió en una prioridad.

El IASB desarrolló la NIIF 9 en tres fases, abordando por separado la clasificación y medición de activos financieros, así como el deterioro y la contabilidad de cobertura.

«Aspectos de la NIC 39 como el alcance, reconocimiento y desincorporación de activos financieros se mantuvieron en la NIIF 9 con algunos cambios menores. El IASB fue publicando versiones actualizadas de la NIIF 9 a medida que cada fase se completaba. Finalmente, la norma definitiva se publicó en julio de 2014», indica el informe.

Comparación con USGAAP

El proyecto de la NIIF 9 inicialmente formaba parte de la agenda común y de convergencia entre el IASB y el FASB. Ambas organizaciones dejaron de colaborar en el proyecto de instrumentos financieros (excepto en lo relacionado con el deterioro de préstamos y cuentas por cobrar) al no llegar a acuerdos sobre aspectos clave, priorizando otros proyectos. Aunque lograron consenso en los principios para la medición del deterioro de préstamos y cuentas por cobrar, no pudieron ponerse de acuerdo en el momento del reconocimiento.

«La nueva norma de deterioro del FASB es efectiva para las entidades bajo la supervisión de la SEC para los ejercicios que comiencen después del 15 de diciembre de 2019, y un año después para el resto de las entidades», señala PwC.

Proceso de adaptación

La NIIF 9 establece que las empresas deben aplicarla desde la fecha en que la adoptaron, de manera retrospectiva, como si la norma siempre hubiera estado en vigor, según la NIC 8 – Políticas Contables – Cambios en estimaciones contables y errores. Sin embargo, el propio Estándar incluye disposiciones diseñadas para facilitar la transición hacia él.

Presentación de estados financieros comparativos

La NIIF 9 no obliga a reestructurar los estados financieros de periodos anteriores. La reestructuración es permitida si la empresa puede reflejar los requisitos de la NIIF 9 en esos periodos sin utilizar información actual. Si la empresa no reestructura el periodo anterior, cualquier diferencia entre los montos iniciales y los determinados según la NIIF 9 en la fecha de aplicación inicial debe incluirse en las ganancias retenidas de apertura.

Medición al momento del reconocimiento inicial de los activos financieros

La NIIF 9 incorpora, con una excepción, el requisito de la NIC 39 de medir a su valor justo todos los activos financieros en el momento de su reconocimiento inicial, ajustando este valor en algunos casos por los costos de transacción. La excepción se refiere a las cuentas por cobrar que no contienen un componente financiero significativo, según lo define la NIIF 15 – Ingresos por contratos con clientes. «Estas cuentas por cobrar se miden a su precio de transacción. La norma proporciona una guía práctica, donde la empresa puede asumir que no hay un componente financiero significativo si el plazo de la cuenta por cobrar es inferior a un año», detalla PwC.

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