La importancia de diferenciar entre bonificaciones salariales y regalos excepcionales en el ámbito laboral

Las bonificaciones que se entregan de manera regular se consideran parte del salario.

Si una empresa otorga bonificaciones mensuales, aunque las llame ocasionales, la frecuencia con la que se entregan las convierte en un pago salarial. Es importante establecer con claridad que los regalos o bonificaciones excepcionales no son obligatorios y no tienen que darse en una fecha específica del año.

Por lo tanto, es fundamental documentar con los trabajadores que estos pagos son simplemente regalos o bonificaciones excepcionales, algo común durante el mes de diciembre.

Si se realiza un pago a través de una transferencia bancaria junto con los salarios, se debe detallar en el recibo que se trata de un regalo o bonificación no constitutiva de salario y por cortesía del empleador.

En caso de que exista una obligación de otorgar bonificaciones, primas o regalos en diciembre, ya sea por una convención colectiva, un pacto o un contrato, es crucial especificar que no forman parte del salario.

De lo contrario, un Juez Laboral podría interpretarlo como un pago salarial si no se establece claramente lo contrario.

Es esencial recordar las disposiciones del Código Laboral para identificar qué se considera salario y qué pagos no lo son.

Según el artículo 127, el salario incluye no solo la remuneración ordinaria, sino también otros beneficios como bonificaciones habituales. Por otro lado, el artículo 128 establece que los pagos ocasionales y por cortesía del empleador, como bonificaciones o gratificaciones, no se consideran salario.

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